martes, 22 de agosto de 2017

El manual para elecciones políticas de Carmona inc.

El manual para elecciones políticas de Carmona inc.
Política con manzanitas en buen chileno.


Este fin de año enfrentamos una nueva elección en Chile, y nuevamente no hay un candidato que otorgue un consenso general de que es lo mejor para el país.
Para que decir del resto de los candidatos a cargos representativos o la clase política en general. Creo que nadie a estas alturas no cree que tenemos un congreso que es un chiste, lleno de parásitos e inútiles, mientras vemos como Chile sigue avanzando a paso de tortuga y seguimos viendo el desarrollo como una promesa ocde.
Esto es culpa solamente del electorado, ridículamente polarizado a tal grado que acepta cualquier porquería de su sector mientras alega la misma porquería del contrario. Resultado: nos llenamos de porquería.

Estas son algunas reglas lógicas básicas para poder votar con un mínimo de exactitud pensando en el bienestar de todos:

No vote por alguien más tonto que usted.
Parece de Perogrullo, pero constantemente vemos a candidatos que francamente dan vergüenza ajena en su bajo nivel intelectual. Desde no saber cosas básicas, hasta parecer que entienden todo al revés. Para que decir de chascarros y vergüenzas, si no quiere tener un Maduro, un Trump o un Evo, no deje pasar idioteces.
Si usted siente que apenas entiende cómo funciona este caótico mundo, y que la caga constantemente, imagine a ese idiota.

No vote por alguien más corrupto que usted.
No, el ser “pillo” no es una virtud para un político, no lo ha sido nunca en la historia de la humanidad. Cada vez que alguien ha sido elegido (o a llegado a gobernar de formas no democráticas) por “pillo”, sea del color que sea, se ha robado todo lo que ha podido (obvio, era “pillo”). El ser un corrupto y aprovechador es solo eso, ser corrupto y aprovechador. Aun si usted cree que también lo es, y crea que ser chanta y ladrón es muy “choro” y “avispado”, piense que ese weón estará jugando con su plata y la de todos los chilenos. Si usted que es amateur se robaría lo que pudiera porque es “vivo”, imagine cuanto se robará ese hdp que es un profesional.
Ahh, y por si acaso, no crea que lo que se robe lo va a compartir con usted, no sea ingenuo. El “chorreo” nunca ha funcionado a menos que sea un secuaz cercano, o mejor, un pariente. Por eso ellos tienen a toda la familia en la política, mientras usted trabaja de verdad.

No vote por alguien más flojo que usted.
Todos tenemos algo de flojonazos, pero votar por un flojo que no hará la pega, que no irá a sesionar a la cámara (una pega de 15 millones por solo sentarse a escuchar otros idiotas) y nunca lo ha hecho, es de tarados. Todos estamos chatos de ver a parásitos que llevan 20 años en el congreso sin hacer nada. O peor, ver como los más jóvenes pasan de hijo cacho a diputado, de promotora a senadora, sin intermediarios, solo porque papi les pagó la campaña.
Si sabe que no le ha trabajado un día a nadie en su vida, no vote por el wea.

No vote por alguien más ambicioso que usted.
El “tiene plata así que no necesita robar” es tan idiota como el “es lacho, pero lo cambiaré con mi amor”, eso es vivir en el mundo de bilz y pap. A menos que haya inventado algo o tenga algún talento artístico/deportivo especial, lo más probable es que llegó a ser millonario por pasarle por encima a los demás. Vea la lista de Forbes, excepto algunos artistas y deportistas, la gran mayoría se hizo rico con maniobras oscuras, hay muy pocos Steve Jobs.
Si tiene plata y quiere ser político, históricamente es porque quiere poder (normalmente para conseguir más plata), así de simple, estudie la historia. La gente que tiene un sentido de servicio público lo tiene desde siempre y pocas veces llega a hacer fortuna, porque siempre está pendiente de ayudar a los demás por encima de sus ambiciones o trancas psicológicas.
No se engañe, el patrón solo es amable hasta que tiene su voto, luego sigue siendo el patrón.

No vote por alguien más inútil que usted.
Los grandes estadistas siempre son personas que han llevado una vida de logros. Un buen representante debería ser alguien que ha aportado a la sociedad de forma positiva. No basta con tener propuestas rimbombantes, lo mínimo es que un candidato tenga a cuestas un curriculum de logros no solo en su materia de experticia, sino también en lo social.
Necesitamos representantes que aporten, no solo chantas.

No vote por alguien más narcisista que usted.
El servicio público es eso mismo, publico. Un representante debería ser alguien dedicado al bien común, no alguien que se ama a sí mismo. Lamentablemente los caminos de la política suelen estar ligados a fuertes egos, donde el más “maricón sonriente” llega más alto, pero eso es culpa netamente de los votantes.
No necesitamos caudillos, necesitamos líderes.

No vote por alguien más atemorizado que usted.
Una de las estrategias más comunes en la política es la visión apocalíptica. Nada es más rentable que meter miedo al electorado para que reaccione visceralmente intentando protegerse. Sea realista, viaje, edúquese, si ve la realidad verá que nunca estamos tan mal como se lo pintan. No vivimos en el salvaje mundo que nos pinta chilevision, es solo marketing para asustarlo y que vote por chantas.
Si alguien quiere su voto asustándolo, lo más probable es que seguirá asustándolo todo su periodo sin resolver nada, porque no le conviene resolver nada, solo le conviene el miedo.

Ojo con votar con alguien más famoso que usted.
Ser famoso no es una cualidad de servicio público per se. Se puede ser famoso de varias formas, muchas de ellas completamente contrarias a ser un buen representante. La minita del show de baile, el finalista del concurso de la tv, o el actor secundario cuya cara le suena, puede que sean candidatos solamente basados en que usted los “cacha” de algún lado. Es la forma que tienen los partidos políticos de estafarlo con publicidad engañosa fácilmente, sin importar si esa persona tiene “dedos pal piano”. No vote engañado solo porque le pusieron una cara conocida. Ante la duda, asegúrese de poder analizar según los parámetros anteriores, se puede ser famoso y también ser tonto, flojo o corrupto.

Los cargos públicos son de representación de la sociedad. De hecho, nuestro parlamento debería por lógica ser el reflejo aumentado de nuestra sociedad, donde los mejores de cada estamento de nuestra nación llegaran a representar a quienes comparten camino.
Como representantes, los políticos deberían ser la voz de las comunidades que representan, es la voluntad de esas comunidades la que debería verse reflejada por encima de sus propias creencias (para eso supuestamente los congresistas tienen jornadas distritales). El espíritu de la democracia es elegir a quienes nos representen en conjunto, no en darle carta blanca a alguien para que haga lo que se le dé la gana solo porque ganó una elección.
Vote por ideas y trayectoria, no porque lo “cacha”, porque volvió a prometerle cosas lindas que nunca ha cumplido, o peor, porque es “el mal menor”. No existe el mal menor, cada vez que usted vota por el mal menor solo legitima la porquería, y permite que cada elección los candidatos solo deban presentarse como “un poco menos mierda que el otro”.
Recuerde que ese acto de unos minutos solo dentro de la cabina, se transforma en 4 años en que esa persona que eligió tiene el poder para dejar la cagada, y afectar su vida actual y futura.
Es su responsabilidad sacarse las manos de las orejas e investigar realmente quien está detrás del cartel de “vote por mí”. Cada vez que usted se permite hacer oídos sordos a las “yayas” de un candidato, usted está legitimando a alguien que se lo va a joder.
Es su responsabilidad tratar de decidir lo que verdaderamente es mejor para el país a corto y largo plazo. Es usted el culpable de que la cosa vaya bien o mal, aquí no corre el “es que yo voté por el otro”, como sociedad la cagamos eligiéndolo, todos.


Después no trate de justificarse con “es que el otro era peor”. Porque la verdad es que, en la mayoría de los casos, ambos estarán cagados de la risa ganando plata del estado, gracias a su estupidez.

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