El manual para elecciones
políticas de Carmona inc.
Política con manzanitas en buen
chileno.
Este fin de año enfrentamos una
nueva elección en Chile, y nuevamente no hay un candidato que otorgue un consenso
general de que es lo mejor para el país.
Para que decir del resto de los
candidatos a cargos representativos o la clase política en general. Creo que
nadie a estas alturas no cree que tenemos un congreso que es un chiste, lleno
de parásitos e inútiles, mientras vemos como Chile sigue avanzando a paso de
tortuga y seguimos viendo el desarrollo como una promesa ocde.
Esto es culpa solamente del
electorado, ridículamente polarizado a tal grado que acepta cualquier porquería
de su sector mientras alega la misma porquería del contrario. Resultado: nos llenamos
de porquería.
Estas son algunas reglas lógicas
básicas para poder votar con un mínimo de exactitud pensando en el bienestar de
todos:
No vote por alguien más tonto que usted.
Parece de Perogrullo, pero
constantemente vemos a candidatos que francamente dan vergüenza ajena en su
bajo nivel intelectual. Desde no saber cosas básicas, hasta parecer que
entienden todo al revés. Para que decir de chascarros y vergüenzas, si no
quiere tener un Maduro, un Trump o un Evo, no deje pasar idioteces.
Si usted siente que apenas
entiende cómo funciona este caótico mundo, y que la caga constantemente,
imagine a ese idiota.
No vote por alguien más corrupto que usted.
No, el ser “pillo” no es una
virtud para un político, no lo ha sido nunca en la historia de la humanidad. Cada
vez que alguien ha sido elegido (o a llegado a gobernar de formas no
democráticas) por “pillo”, sea del color que sea, se ha robado todo lo que ha
podido (obvio, era “pillo”). El ser un corrupto y aprovechador es solo eso, ser
corrupto y aprovechador. Aun si usted cree que también lo es, y crea que ser
chanta y ladrón es muy “choro” y “avispado”, piense que ese weón estará jugando
con su plata y la de todos los chilenos. Si usted que es amateur se robaría lo
que pudiera porque es “vivo”, imagine cuanto se robará ese hdp que es un
profesional.
Ahh, y por si acaso, no crea que
lo que se robe lo va a compartir con usted, no sea ingenuo. El “chorreo” nunca
ha funcionado a menos que sea un secuaz cercano, o mejor, un pariente. Por eso
ellos tienen a toda la familia en la política, mientras usted trabaja de
verdad.
No vote por alguien más flojo que usted.
Todos tenemos algo de
flojonazos, pero votar por un flojo que no hará la pega, que no irá a sesionar
a la cámara (una pega de 15 millones por solo sentarse a escuchar otros
idiotas) y nunca lo ha hecho, es de tarados. Todos estamos chatos de ver a
parásitos que llevan 20 años en el congreso sin hacer nada. O peor, ver como
los más jóvenes pasan de hijo cacho a diputado, de promotora a senadora, sin
intermediarios, solo porque papi les pagó la campaña.
Si sabe que no le ha trabajado
un día a nadie en su vida, no vote por el wea.
No vote por alguien más ambicioso que usted.
El “tiene plata así que no
necesita robar” es tan idiota como el “es lacho, pero lo cambiaré con mi amor”,
eso es vivir en el mundo de bilz y pap. A menos que haya inventado algo o tenga
algún talento artístico/deportivo especial, lo más probable es que llegó a ser
millonario por pasarle por encima a los demás. Vea la lista de Forbes, excepto
algunos artistas y deportistas, la gran mayoría se hizo rico con maniobras
oscuras, hay muy pocos Steve Jobs.
Si tiene plata y quiere ser político,
históricamente es porque quiere poder (normalmente para conseguir más plata), así
de simple, estudie la historia. La gente que tiene un sentido de servicio público
lo tiene desde siempre y pocas veces llega a hacer fortuna, porque siempre está
pendiente de ayudar a los demás por encima de sus ambiciones o trancas
psicológicas.
No se engañe, el patrón solo es
amable hasta que tiene su voto, luego sigue siendo el patrón.
No vote por alguien más inútil que usted.
Los grandes estadistas siempre
son personas que han llevado una vida de logros. Un buen representante debería
ser alguien que ha aportado a la sociedad de forma positiva. No basta con tener
propuestas rimbombantes, lo mínimo es que un candidato tenga a cuestas un
curriculum de logros no solo en su materia de experticia, sino también en lo
social.
Necesitamos representantes que
aporten, no solo chantas.
No vote por alguien más narcisista que usted.
El servicio público es eso
mismo, publico. Un representante debería ser alguien dedicado al bien común, no
alguien que se ama a sí mismo. Lamentablemente los caminos de la política
suelen estar ligados a fuertes egos, donde el más “maricón sonriente” llega más
alto, pero eso es culpa netamente de los votantes.
No necesitamos caudillos,
necesitamos líderes.
No vote por alguien más atemorizado que usted.
Una de las estrategias más
comunes en la política es la visión apocalíptica. Nada es más rentable que meter
miedo al electorado para que reaccione visceralmente intentando protegerse. Sea
realista, viaje, edúquese, si ve la realidad verá que nunca estamos tan mal
como se lo pintan. No vivimos en el salvaje mundo que nos pinta chilevision, es
solo marketing para asustarlo y que vote por chantas.
Si alguien quiere su voto
asustándolo, lo más probable es que seguirá asustándolo todo su periodo sin
resolver nada, porque no le conviene resolver nada, solo le conviene el miedo.
Ojo con votar con alguien más famoso que usted.
Ser famoso no es una cualidad de
servicio público per se. Se puede ser famoso de varias formas, muchas de ellas
completamente contrarias a ser un buen representante. La minita del show de
baile, el finalista del concurso de la tv, o el actor secundario cuya cara le
suena, puede que sean candidatos solamente basados en que usted los “cacha” de
algún lado. Es la forma que tienen los partidos políticos de estafarlo con
publicidad engañosa fácilmente, sin importar si esa persona tiene “dedos pal
piano”. No vote engañado solo porque le pusieron una cara conocida. Ante la
duda, asegúrese de poder analizar según los parámetros anteriores, se puede ser
famoso y también ser tonto, flojo o corrupto.
Los cargos públicos son de representación de la sociedad. De hecho,
nuestro parlamento debería por lógica ser el reflejo aumentado de nuestra
sociedad, donde los mejores de cada estamento de nuestra nación llegaran a
representar a quienes comparten camino.
Como representantes, los
políticos deberían ser la voz de las comunidades que representan, es la
voluntad de esas comunidades la que debería verse reflejada por encima de sus
propias creencias (para eso supuestamente los congresistas tienen jornadas
distritales). El espíritu de la democracia es elegir a quienes nos representen
en conjunto, no en darle carta blanca a alguien para que haga lo que se le dé
la gana solo porque ganó una elección.
Vote por ideas y trayectoria, no
porque lo “cacha”, porque volvió a prometerle cosas lindas que nunca ha
cumplido, o peor, porque es “el mal menor”. No existe el mal menor, cada vez que
usted vota por el mal menor solo legitima la porquería, y permite que cada
elección los candidatos solo deban presentarse como “un poco menos mierda que
el otro”.
Recuerde que ese acto de unos
minutos solo dentro de la cabina, se transforma en 4 años en que esa persona
que eligió tiene el poder para dejar la cagada, y afectar su vida actual y
futura.
Es su responsabilidad sacarse
las manos de las orejas e investigar realmente quien está detrás del cartel de
“vote por mí”. Cada vez que usted se permite hacer oídos sordos a las “yayas”
de un candidato, usted está legitimando a alguien que se lo va a joder.
Es su responsabilidad tratar de
decidir lo que verdaderamente es mejor para el país a corto y largo plazo. Es
usted el culpable de que la cosa vaya bien o mal, aquí no corre el “es que yo
voté por el otro”, como sociedad la cagamos eligiéndolo, todos.
Después no trate de justificarse
con “es que el otro era peor”. Porque la verdad es que, en la mayoría de los
casos, ambos estarán cagados de la risa ganando plata del estado, gracias a su
estupidez.